¡Hola! ¿Cómo estás?
La historia de esta edición se la dedico a todas esas mujeres que rompieron su molde y se animaron a conquistar sus sueños, pero sobre todo a aquellas que aún no lo hicieron, pero estoy segura de que pronto intentarán y podrán hacerlo.
También se la dedico a un amigo inolvidable, Alejandro Wilhelm, él me contó hace más de 10 años, la historia de Tilda Thamar, o como la describió más de un diario francés en la década del sesenta: “la bombe atomique argentine”.
✍ Florencia Luján (@florenciaalujan).
La imagen de un cuerpo vestido por luces y sombras está expuesto en la vidriera del estudio fotográfico de la fotógrafa alemana Anne Marie Heinrich, ubicado sobre Avenida Callao, en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, en Argentina.
Pasaron apenas ocho años del día en que el ex Presidente Raúl Ricardo Alfonsín, desde el balcón de la Casa Rosada, con una plaza colmada de personas, después de siete años de dictadura diera inicio a la Democracia, un 30 de octubre de 1983.
En ese contexto la fotografía El Desnudo de 1946 fue denunciada ante la justicia por “exhibición obscena”, hubo un clamor nacional e internacional sobre los valores estéticos de la obra que inmortalizó la desnudez de Tilda Thamar.
Nuestra Marilyn Monroe
Matilde Sofía Margarita Abrecht Niehörster nació un 7 de diciembre de 1917 bajo el signo de sagitario, en Urdinarrain, una ciudad al sur de la provincia de Entre Ríos, que hacía apenas treinta años había comenzado a escribir su historia.
Su padre, Carlos Abrecht, y su madre, Martha Niehörster, fueron una de las tantas personas que emigraron desde Alemania y llegaron a un pueblo recién parido, con calles de tierra y sin luz eléctrica, para sembrar sueños y echar raíces.
Carlos Abrecht inauguró en 1925 un centro comercial dedicado a la fotografía, joyería, librería, armería y disquería, ubicado sobre Dr. Virginio Silva y Pte. Perón, al que llamó Casa Abrecht, y que pronto se volvió un lugar de referencia.


Desde niña fue multifacética, le gustaba y sabía cantar, bailar, pintar y actuar, fue entonces que decidió manifestar su futuro como actriz construyéndose un nombre artístico: Tilda Thamar, que surgió de su primer nombre y el de su madre al revés.
Apenas adolescente, Tilda Thamar debutó como actriz en 1936, a los 15 años, en la película Don Quijote del altillo, dirigida por el comediógrafo, letrista de tango, director de cine y uno de los creadores del teatro de revista, Manuel Romero.
Un año más tarde fue parte del reparto de ¡Segundos afuera!, una película de Israel Chas de Cruz y Alberto Etchebehere, en la que trabajó junto a la actriz Eva Duarte, quien años más tarde fue conocida en el mundo entero como Eva Perón.
En el Museo Cultural “La Estación” del Municipio de Urdinarrain hay un espacio dedicado a Tilda Thamar, en donde se exhiben objetos personales, fotografías y pinturas.
La bomba atómica argentina
Diez años después, en 1946, Tilda Thamar revolucionó el cine al ser la primera mujer argentina que lució un traje de baño de dos piezas, en la película Adán y la serpiente de Carlos-Hugo Christensen, protagonizada por Mirtha Legrand.
Juan Domingo Perón era presidente cuando Thamar emigra a París, en Francia, donde se casa con el Conde Hizer Ilias Toptani. Su sobrino Carlos Abrecht (70) cuenta que se fue muy joven, por un conflicto que tuvo con Eva Duarte de Perón.
La aceptación en París fue tal, que pronto la prensa gráfica la bautizó como “la bombe atomique argentine”, al ver el talento y el desparpajo de Thamar no sólo en la actuación, sino también como la directora de sus propios cortos y largometrajes.
Su sobrino la describe como una mujer inquieta, como la mayor parte de su familia, de la que aprendió y se inspiró mucho: “Tilda también fue pintora y ceramista, le gustaba pintar la naturaleza: panteras, leones, leopardos”.
Carlos hoy vive frente a la Costa Brava, en España, son muchas las anécdotas que atesora sobre su tía Tilda, quien le llevaba treinta y siete años: “Soy un arquitecto muy creativo y ella me inspiró mucho en eso, fue muy importante para mi vida”.
Mariano Goñi Marenco, un amigo de Carlos, la conoció en septiembre de 1980, cuando viajaron a visitarla a su casa en Francia, y confiesa: “Descubrí una mujer que, a pesar de ser lindísima, era lo mas humilde y simple que podía existir”.
Un recuerdo vívido latente
El amigo de Carlos cuenta en un texto que aún recuerda las largas charlas en la playa debajo de su casa en Francia, una privada a la cual se accedía abriendo con llave una reja pequeña en un muro de piedras, después de bajar una larga escalera.
“Siempre había un evento al que asistir y nunca conocí una mujer que tan rápido ingresara a su cuarto y pasara de estar en traje de baño, con el pelo lleno de sal de mar, y a los dos minutos saliera impecable para ir a un evento formal”, relata.
Por último Goñi Marenco resume: “Fue una mujer, maravillosa, encantadora, deslumbrante, simpática, inteligente, culta, refinada y simple al mismo tiempo. No habrá otra igual, son de esas que fueron creadas y luego rompieron el molde”.
Creativa, inteligente y audaz
Tilda Thamar se egresó en la Escuela Nacional de Bellas Artes y dio rienda suelta a su faceta de pintora y ceramista, con un sinfín de cuadros coloridos y exóticos , en los que hay mucho de las dos provincias que habitó: Entre Ríos y Misiones.
Mientras sostiene una pequeña escultura que lleva la firma de la artista, Marta Fernández, hermana de Olga, quien fue cuñada de Tilda Thamar, la recuerda como “una persona sociable, creativa, inquieta, inteligente y muy audaz”.
“Mi hermana mayor estaba casada con un hermano de ella, Carlos Abrecht, nos llevábamos todos muy bien, ella era una persona muy charlatana y no era distinta por ser conocida, no tenía problema en relacionarse con nosotros”, cuenta Marta.
Volvió a Argentina en el año 1955 para filmar La mujer desnuda, una película de Ernesto Arancibia, un año después, ya divorciada del Conde Toptani, Thamar se vuelve a casar, pero esta vez con el artista español Alejo Vidal-Quadras Veiga.
“Cuando tomé conciencia de lo que era Tilda ella ya estaba en Europa, pero la conocí en su mejor momento, en el que estaban brillando con Alejo. Fueron muy famosos, hacían una buena dupla, eran muy felices”, comenta su sobrino Carlos.
Tilda Thamar falleció el 12 de abril de 1989 en un accidente de tránsito en el norte de Francia, salió despedida de su Porsche 911 azul eléctrico, por no llevar puesto el cinturón de seguridad, que nunca usaba porque “le apretaba sus senos”.
Todo fue muy rápido e inesperado en la vida de Tilda: la vida, el talento, las oportunidades, el éxito, los viajes, la fama, el amor, el sexo e incluso su muerte.
Espero que esta tercera entrega te haya gustado, por último, un recordatorio: si te gusta Un día en Urdinarrain, podes comprarle un Cafecito como apoyo. También otra forma de colaborar con este proyecto, puede ser comprando estas bolsas UN DIA, hay dos modelos en stock: “La Estación” y “El No Tengo”.
¡Gracias por leer hasta el final! Nos leemos el segundo sábado de marzo.
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